España tiende a convertirse en el centro europeo de las startups. Cada año crece la cantidad de incubadoras y aceleradoras, se aumenta la periodicidad de ferias y eventos, la legislación española está a la vanguardia de los progresos en materia del derecho tecnológico y regulación de la actividad de las empresas emergentes. El abogado especialista en startups y nuevas tecnologías cada vez más juega un papel más importante en el emprendimiento.

Hoy en día muchas startups ante la insuficiencia de medios económicos en la fase inicial tienden ahorrar en costes jurídicos de asesoría legal de su startup. Las preguntas que normalmente se hacen son: (1) en qué servicios precisamente un emprendedor puede reducir costes jurídicos y (2) cuándo es necesario contratar los servicios de abogado del derecho de tecnología. En esta entrada veremos cómo se podría ahorrar costes legales en una startup.

Lo más importante que se debe tener en cuenta es que las startups sí pueden ahorrar gastos de servicios jurídicos, pero nunca en perjuicio del negocio. Es decir, saber las nociones básicas de contrato para revisar unas cláusulas de alquiler de espacio coworking sin contratar a un abogado, no lo veo mal. Sin embargo, si hablamos de un acuerdo de compraventa o de inversión, una carta de intenciones o term sheet, obviamente, se deberá contratar a un abogado de startups para que le asesore.

Al fin y al cabo, el riesgo y pérdidas en los que se puede acabar no son compatibles con unos gastos de servicios legales.

Entonces, ¿cómo reducir los costes legales en una startup?

  1. Abogados o firmas locales de startups 

Una startup puede ahorrar bastante si utiliza servicios jurídicos de un bufete de abogados pequeño obviando las firmas multinacionales.

Los despachos locales que se centran en la gestoría de los emprendedores a veces pueden ser mucho más capaces en asesoramiento de startups que las firmas jurídicas internacionales, puesto que trabajan con mucho más pequeños negocios y enfrentan más dudas legales de diferente índole en su punto de partida.

Ante el ahorro de costes legales en una startup es conveniente contratar servicios de abogados particulares que sean expertos de derecho tecnológico en lugar de grandes despachos.

Para ampliar información publicaremos en breve un artículo sobre la diferencia entre las grandes firmas jurídicas y los abogados del derecho de las tecnologías (por cuenta propia o en despachos pequeños a nivel nacional).

  1. Documentación básica

Aconsejamos consultar a una firma jurídica del derecho tecnológico qué documentación es obligatoria en su caso teniendo en cuenta las expectativas a corto y largo plazo, y desde allí planificar y distribuir los fondos de la empresa.

Es recomendable no enfrentar la situación cuando una startup carece totalmente de estructuración y organización jurídica (no registra marca, cede los derechos de propiedad intelectual sin contrato, no tiene ningún acuerdo preredactado, no tiene pensada la estrategia en general).

  1. Modelo de contrato (contrato tipo)

Otra alternativa destinada a ahorrar los costes legales en nuevas empresas es solicitar que un abogado les redacte las cláusulas tipo, condiciones generales o un modelo de contrato / contratos. La empresa, posteriormente, podrá adaptar esta documentación a sus necesidades. En cuanto se obtenga la inversión, una startup podrá requerir la revisión de los documentos y completar lo que haga falta.

Para los contratos sencillos, podrán recurrir a las bases de datos jurídicas y sus modelos (proforma, formulario, etc.), por ejemplo, Vlex.

  1. Revisión de documentación

En algunas ocasiones no hablamos de redactar un contrato, sino valoramos la opción de revisar las condiciones por un abogado mercantilista. Son ocasiones cuando la parte contraria les facilita un contrato y lo completan y desarrollan las partes conjuntamente.

En principio, esta forma de actuar igualmente permitiría reducir gastos en una startup y ahorrar en costes de asesoría jurídica del negocio, a no ser que la introducción de modificaciones suponga una inversión horaria excesiva y desproporcionada.

  1. Evitar el doble coste

Los emprendedores deben conocer la diferencia entre los abogados, juristas, gestores y consultores para evitar el posible doble coste de revisión y corrección del trabajo realizado.

Cabe destacar que el único profesional que puede prestar servicios jurídicos es un abogado que esté inscrito en un colegio profesional y sea ejerciente. Los juristas, consultores y gestores no pueden asesorar a las empresas en temas legales, no cuentan con formación específica, ni, normalmente, con el seguro de responsabilidad civil.

Además, no cada abogado es capaz de asesorar a una startup. Los profesionales del derecho de las tecnologías deben:

(1) Contar con los conocimientos técnicos propios del área del negocio.

(2) Estar al tanto de las noticias y actualizaciones del sector tecnológico.

(3) Contar con formación específica en el derecho tecnológico.

(4) Tener un nivel alto en inglés y otros idiomas extranjeros.

(5) Ser capaces de redactar documentos en inglés, negociar, escuchar, intervenir.

(6) Saber reaccionar rápido a cualquier petición o solicitud (si un abogado o despacho tarda más de dos días laborales en contestar a un correo o remitir propuesta de honorarios, mi consejo es salir corriendo – el despacho no será capaz satisfacer sus necesidades urgentes cuando llegue un momento).

Para identificar si su abogado es experto en la materia, fíjese en las preguntas que le va a hacer (o no va a hacer). Lo primero que a un buen profesional le debe interesar es el modelo del negocio de una startup, cómo se obtienen los rendimientos, cómo funciona, qué servicios presta, cuáles son los socios de negocio principales, cuántos socios habrá y cuál es su relación entre ellos, qué profesionales va a contratar una startup.

Su asesor le hará estas cuestiones no para montar su propio negocio competitivo ni transmitir información a sus competidores (se considera como incumplimiento muy grave según el código deontológico y puede conllevar responsabilidad penal), sino para entender qué exactamente va a necesitar la empresa y qué riesgos principales podrán acompañar una startup.

Por último, los clientes deben confiar en su abogado, no tener miedo contarle todas sus preocupaciones y dudas, hacer cualquier tipo de preguntas. Su abogado está por ayudarle.

Para más  información no dude en ponerse en contacto con nosotros por email info@supralegit.com o teléfono +34 627 971 734.

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