Se suele creer que solo los grandes despachos poseen el amplio conocimiento del derecho tecnológico y que los abogados particulares son menos competentes en esta área. Ante una gran demanda y poca oferta de servicios de asesoría legal de startups los emprendedores hoy en día se preguntan por qué vía optan: una firma de abogados internacional que se supone un amplio conocimiento en cada materia o un bufete local de un tamaño más reducido.
En esta entrada vamos a analizar las diferencias principales del asesoramiento legal de startups en España. Este análisis les podrá ayudar a elegir entre un gran despacho o una pequeña firma jurídica de startups.
- División por áreas
Las firmas internacionales normalmente dividen sus profesiones por departamentos en función de rama de derecho y disciplina, y los departamentos se subdividen en áreas muy especializada dentro de la cuales cada abogado se especializa en una esfera muy concreta.
Por ejemplo, el departamento del derecho mercantil está formado por las áreas de societario, contratación, insolvencias, etc. Dentro del departamento del derecho societario se encuentran reorganizaciones, operaciones M&A, constituciones, etc. Es decir, si un abogado lleva temas M&A apenas tendrá experiencia en reestructuraciones. Por este mismo motivo los procesalistas siempre van aparte.
¿Cuál es el punto fuerte con tal especialización? El abogado conoce a la perfección un tema muy concreto.
¿Cuál es el problema principal? El abogado no sabe analizar la situación desde el enfoque global. Es decir, conoce solo su disciplina y no le permiten ampliar sus conocimientos dentro del ámbito de actuación.
Lo ideal sería cuando un abogado sepa ver el problema desde los diferentes puntos. Por ejemplo, al consultar al cliente sobre un proceso de insolvencias, uno debe saber que para solicitar el concurso abreviado habrá de realizar despidos colectivos (cómo, cuánto tiempo tarda, qué riesgos puede haber).
Todo ello nos lleva al siguiente punto: el equipo.
- Equipo
Sin duda, la gran ventaja de un despacho internacional o nacional con gran presencia en el país es su equipo de profesionales, trabajadores de la misma firma. Es decir, si un cliente necesita asesoramiento mercantil, tributario, administrativo, laboral y penal, una firma multidisciplinar internacional satisfará todas sus necesidades.
No obstante, los socios pueden hacer aparentar que la oficina cuenta con una plantilla que carece en realidad. Por tanto, la promoción de ciertos servicios de una firma no quiere decir que la plantilla en realidad cuenta con la experiencia requerida.
A su vez, hay que tener en cuenta que muchos abogados dejan una firma internacional en la que trabajaban para montar su propia firma jurídica. Desde luego, los abogados en este caso cuentan con colaboradores de su confianza para poder prestar el asesoramiento íntegro a su cliente. El abogado particular en este caso nunca perderá de vista a su cliente y en muchas ocasiones llevará el asunto conjuntamente con su abogado-colaborador. Pues hablamos del mismo equipo que haya en una firma internacional, pero en este caso son abogados independientes.
Comentario práctico de mi experiencia: en un asunto con unas startups de fintech, no basta ser un buen penalista y procesalista, sino hay que conocer el derecho tecnológico, el sector en sí, saber el business model del cliente, anticipar las preguntas y respuestas en declaraciones, etc. En un gran despacho lo que se suele hacer es o bien delegar todos los temas procesales a un departamento procesal (que puede desconocer el tema del derecho material), o bien solicitar el apoyo a un departamento del derecho mercantil o tecnológico (si hay alguno). El apoyo en este caso tiene sentido, pero el abogado mercantilista interviene solo de apoyo de informes jurídicos – los grandes despachos no permiten compatibilizar.
Resumiendo los dos puntos anteriores nos lleva a la conclusión que especializarse en un tema concreto no está mal en principio, puesto que en el caso de duda, habrá otros abogados de la firma que puedan intervenir, sustituir o aceptar la delegación. Sin embargo, el cliente, una startup, podrá perder la conexión con el abogado con el que tiene confianza (ya que contrata los servicios de la firma, no del abogado) cuando la firma le haga delegar un asunto al departamento correspondiente o sustituya al profesional por otro incluso durante el transcurso del asunto (los abogados en una firma global son “recursos” reemplazables).
La diferencia juega en favor a un abogado particular o su firma boutique: contar con una gran plantilla de abogados-trabajadores a los que hasta el abogado principal (el que asesora a su sociedad) pueda desconocer no hace mucha ventaja frente a una pequeña firma legal de asesoría para startups que colabore con abogados y economistas de confianza.
- Flexibilidad & Expertise
Los despachos multinacionales no suelen ir al día con todos los avances y pueden tardar años en promover nuevos servicios o constituir un nuevo departamento. Todo ello viene de que los grandes despachos no son flexibles en toma de decisión, deben acudir a un procedimiento de aprobación complejo y largo y proceder al cálculo de rendimientos muy pormenorizado; así como definir la estrategia de primer enfoque (fusionarse con una firma boutique con especialización de dicha materia o contratar a un equipo independiente de profesionales).
El derecho de las tecnologías (IT Law) es un área que cuenta con muy pocos especialistas y que comprende varias disciplinas, así como obliga a contar con habilidades técnicas del sector y posibles riesgos (protección de datos, plataformas de pago, smart contracts, cloud business, ciberseguridad, delitos informáticos y de robo telemático, etc.) y apenas ofrece rendimientos que una firma internacional espera percibir a corto plazo. Por este motivo es muy poco probable que los buenos abogados del derecho de las tecnologías opten por integrarse con una firma multinacional. Los despachos boutiques ganan con su flexibilidad y orientación a los resultados, y los emprendedores lo saben.
- Precio y fijación de honorarios
Evidentemente, los grandes despachos prefieren cobrar por horas frente al desconocimiento del alcance del trabajo, ya que cada startup tiene su propia historia y objetivos. Además, como me comentaban mis clientes, los grandes despachos nunca admitirán el pago con criptomonedas, tokens o phantom shares.
Hay que tener en cuenta que muchos buenos abogados después de varios años en un gran despacho se ponen por su cuenta y abren su propio pequeño despacho dedicado a los temas de su especialización. Eso significa que el mismo abogado que asesoraba a una startup en un gran despacho por los honorarios de 500€/hora, podría prestar el mismo servicio en su firma por un precio descontado (100-200€/hora).
El cliente, desde luego, no pierde la calidad del servicio jurídico y gana con el ahorro importante. Los pequeños despachos podrán ofrecer también un presupuesto cerrado con o sin regularización de horas.
Es verdad que los grandes despachos no están interesados en las startups que se encuentran en la fase inicial de su lanzamiento o que todavía no cuentan con financiación suficiente para abonar la totalidad de los honorarios a la firma. Los abogados independientes o firmas pequeñas suelen considerar retribución alternativa.
Todo ello lleva a la conclusión de que los grandes despachos en realidad no tienen mucha experiencia en asesoría de las startups en su fase inicial cuando el asesoramiento jurídico es fundamental, puesto que los emprendedores durante los primeros años simplemente no pueden permitir los gastos de honorarios elevados, pero sí que cuentan con recursos cuando una startup ya deviene una empresa importante del sector y requiere asesoramiento íntegro por todos los departamentos de la firma.
- Seguro de responsabilidad
En el caso de un abogado particular, éste cuenta con un seguro privado profesional, no obstante, el seguro más importante en su caso es su marca profesional, puesto que en el caso de daños al cliente sufrirá su imagen corporativa. Es por eso que los abogados particulares tienden a cubrir todos los riesgos posibles derivados de su ejercicio profesional prestando un servicio de calidad.
Por otro lado, un gran despacho, contando con un seguro profesional empresarial, responderá frente a los daños del cliente, es decir, el cliente podrá cubrir sus riesgos en una cuantía más elevada.
Hay que tener en cuenta que más elevada la compensación más posibilidad de que se firme un acuerdo de confidencialidad para evitar que se difunda la noticia de mala praxis.
- Marketing
Los grandes despachos tienen una gran ventaja ante los abogados particulares, eso es la gran inversión en marketing.
A los buenos abogados particulares o firmas pequeñas los conocen por palabra.
- Rapidez
Muchos clientes piensan que un gran despacho responde en menor brevedad en comparación con una pequeña firma. La realidad es que no es siempre así.
Sí que es cierto que una firma multinacional cuenta con un equipo que puede investigar y analizar mucho más rápido que un despacho local. Al mismo tiempo, el abogado particular o su pequeño despacho reconocen el valor de cada cliente, lo respeta y presta atención a lo que el cliente pueda necesitar.
En grandes despachos priorizan los proyectos que den mayor rendimiento, y dejan atrás a una pequeña startup que pueda querer que les solucionen una incidencia de manera urgente.
Y no solo esto. En grandes firmas la respuesta puede tardar más por una estructura vertical en la que la toma de decisión depende de varias etapas de coordinación y aprobación.
Los profesionales independientes, abogados para startups en este caso, a su vez, actúan como si formaran parte del equipo interno de cada cliente, compartiendo sus valores y necesidades, trabajando para el buen fin de su cliente.
- Percepción y aprecio del cliente
Para un despacho multinacional, su startup es una de muchas y que solo tendrá importancia en el caso de que haya logrado objetivos relevantes.
Para una firma pequeña cada cliente es especial de cuya presencia entre sus clientes se sienten orgullosos, sus objetivos serán compartidos por los abogados-asesores y su imagen corporativa formará parte de la web de la firma no obstante los resultados conseguidos.
Esperamos que esta entrada haya sido de su interés. En el siguiente artículo veremos el tema de los documentos más importantes en la asesoría legal de startup fintech en España y cuando una startup puede sustituir asesoramiento jurídico externo por conocimientos propios y modelos de contratos básicos disponibles en la web.
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