Ahora que finalmente se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, (conocida como Ley de Startups), en el presente artículo analizaremos cuáles son las novedades de dicha norma y veremos las implicaciones fiscales de la Ley de Startups, y que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2023.

Pero para ponernos en contexto, ¿cuál es el porqué de esta Ley?

La Ley de Startups pretende fomentar la creación empresas en España en las que exista un alto grado de innovación (a las que se refiere como empresas emergentes), así como atraer inversiones y talento extranjero. En este sentido, para poder ser consideradas empresas emergentes y, por tanto, disfrutar de los beneficios legales que ofrece esta nueva Ley, las empresas han de cumplir una serie de requisitos en relación, por ejemplo, con la antigüedad, tamaño, independencia, sede social, y carácter innovador.

Con el objetivo de adaptar la normativa fiscal española a las necesidades de este tipo especial de empresas, la Ley de Startups ha previsto una serie de incentivos fiscales. ¿Cuáles estas novedades?

Novedades en relación con el Impuesto sobre Sociedades.

Esta norma trae consigo una interesante mejora en la tributación de este impuesto, estableciendo un tipo del 15% para las empresas calificadas como emergentes y que se aplicará durante el primer ejercicio en que la base imponible sea positiva y en los tres siguientes.

Asimismo, introduce la posibilidad para las empresas emergentes de aplazar la deuda tributaria de este impuesto sin necesidad de aportar garantías. El periodo por el que se concederá este aplazamiento es de 12 meses (el primer ejercicio con base imponible positiva) y 6 meses (el segundo ejercicio).

Beneficios por invertir en una empresa emergente.

Otro aspecto interesante de esta norma es la reducción en la tributación para aquellos que inviertan en una empresa emergente. En este sentido, la Ley de Startups incrementa la base máxima de deducción (de 60.000 a 100.000 euros), así como el tipo de deducción que se aplica (del 30% al 50%).

Novedades sobre las stock options.

La Ley incluye beneficios fiscales sobre las llamadas stock options, cuya función es ser un mecanismo que permite incluir dentro de la remuneración de un empleado opciones para adquirir acciones de la firma durante un tiempo determinado, habitualmente a un precio inferior a mercado. Esta opción constituye un incentivo para el trabajador, así como una forma de ganar liquidez en la empresa.

En el caso de empresas emergentes, la Ley de Startups incrementa el importe de la exención por la entrega de stock options, o ejercicio de derecho de compra de 12.000 euros a 50.000 euros.

Novedades en el régimen fiscal aplicable a personas trabajadoras desplazadas a territorio español (régimen de impatriados).

Con el objetivo de atraer talento extranjero, la Ley de Startups ha incluido ciertos cambios en este régimen que implican más facilidades para aplicarlo, así como un aumento en el número de personas que podrán aplicarlo.

La aplicación de este régimen resulta en una tributación más favorable dado que se permite a personas no residentes que adquieren su residencia fiscal en España, ya que les permite tributar por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR) durante el año en el que adquieren la residencia fiscal en España y los cinco siguientes. Ello implica, entre otras especialidades, poder tributar a un tipo del 24% por las rentas personales de hasta 600.000 euros.

Uno de los requisitos que exige este régimen es que los no residentes que adquieran la residencia fiscal en España no hayan sido residentes fiscales en España, al menos, durante un número determinado de años. Pues bien, la Ley de Startups reduce de 10 a 5 años ese periodo, aumentando, por tanto, el número de personas que podrán acogerse a este régimen de tributación favorable.

También se extiende el ámbito subjetivo del régimen, esto es, a quién se le aplica. La modificación introducida por la Ley de Startups supone que el régimen sea de aplicación, no solamente a trabajadores que deban desplazarse a España a trabajar, sino también a:

– Los conocidos como “nómadas digitales” que se trasladen a España a trabajar en remoto.
– Los administradores de empresas emergentes, con independencia de su participación en dicha empresa.
– Los que realicen en España una actividad emprendedora.
– Los profesionales altamente cualificados que preste en España servicios a empresas emergentes o que lleve a cabo actividades de formación, investigación, desarrollo e innovación.

Finalmente se incluye la posibilidad de acogerse al régimen especial (tributar por IRNR) a los hijos del contribuyente menores de 25 años (sin límite en caso de discapacidad) y a su cónyuge (o progenitor de los hijos) bajo ciertas condiciones.

Novedades sobre el carried interest.

También encontramos un beneficio importante recogido en la Disposición Final tercera de la Ley, en la que se califica el carried interest obtenidos por las personas vinculadas a la gestión de fondos que estén relacionados con el emprendimiento y la innovación como rendimiento de trabajo, estableciendo asimismo una exención del 50%, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos.

En relación con este beneficio fiscal, es la propia norma la que se encarga de definir cuáles son las entidades o fondos que permiten su aplicación.

Finalmente, como medida de transparencia, la Ley incorpora un nuevo informe de transparencia fiscal, cuya función es obligar a la empresa dominante de un grupo que supere los 750 millones de euros en ingresos anuales a detallar el importe de beneficios o de pérdidas antes de impuestos, o el importe de las reservas al final de cada ejercicio.

Como hemos podido ver, a través de los incentivos fiscales enumerados, esta nueva Ley crea un escenario muy interesante para el emprendimiento en España, tanto para aquellas personas residentes en España que quieran decidirse a emprender como para aquellos no residentes que se estén planteando cuál es el mejor país para llevar a cabo sus proyectos o inversiones.

En cualquier caso, estas medidas en conjunto con el resto de previsiones en la nueva norma hacen de España un lugar cada vez más atractivo para el desarrollo de ideas innovadoras.

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