Con el objetivo de crear condiciones atractivas para el talento, los profesionales cualificados y los ejecutivos extranjeros, existe en España el Régimen Fiscal Especial para Impatriados, coloquialmente conocido como la “Ley Beckham”. Este régimen ofrece un estatus fiscal de no residente a empleados extranjeros que se mudan a España, incluyendo nómadas digitales, administradores de empresas y emprendedores.

¿Por qué se conoce como Ley Beckham? Porque durante su tiempo en el Real Madrid C.F., el famoso futbolista inglés David Beckham se convirtió en sinónimo de este régimen fiscal, ya que fue uno de los primeros extranjeros destacados en aprovecharlo, de ahí su nombre popular. Sin embargo, a partir de 2015, los atletas profesionales ya no tienen derecho a beneficiarse de este régimen fiscal.

La polémica en torno a la Ley Beckham

El Real Decreto 687/2005, comúnmente conocido como Ley Beckham, es un régimen fiscal establecido en 2005 para trabajadores cualificados o de alto valor que eligen residir en España como residentes fiscales.

Desde su implementación, esta ley ha generado controversia, contando con numerosos detractores y defensores.

En resumen, la normativa permite que los extranjeros que se establezcan fiscalmente en España solo estén obligados a tributar por las rentas obtenidas en el país y no por las obtenidas a nivel mundial. La tributación de estas rentas mundiales se realiza a un tipo impositivo reducido y más ventajoso que el aplicado en otros países vecinos. Los individuos pueden acogerse a este régimen durante un máximo de 6 años desde que se establecen como residentes fiscales españoles.

Los defensores de esta normativa argumentan que incentiva a perfiles altamente cualificados o de gran valor añadido a establecerse fiscalmente en España.

Por otro lado, los detractores señalan que este Real Decreto favorece a las rentas más altas sin necesariamente brindar apoyo o incentivos a aquellos que realmente los necesitan para trasladarse a España. También argumentan que la Ley Beckham crea una brecha de desigualdad fiscal y un trato discriminatorio entre los residentes españoles que no pueden acogerse a esta normativa y los residentes extranjeros que sí pueden hacerlo. Además, se argumenta que fomenta la evasión fiscal.

A pesar de la polémica, no se puede negar la gran oportunidad que supone tanto para España como para los extranjeros que deseen invertir su talento.

Requisitos

Para poder aplicar a ser beneficiario de este régimen impositivo, se deben cumplir una serie de requisitos:

    • No haber sido residente en España durante los cinco años anteriores al del desplazamiento a España.
    • Que el desplazamiento a España se justifique por estar producido a consecuencia de una de las siguientes circunstancias:
    • – Como consecuencia de un contrato de trabajo (excepto deportistas profesionales), incluyendo a los nómadas digitales.
    • – Administradores de sociedades.
    • – Profesionales altamente cualificados, formación, investigación, desarrollo e innovación.
    • No obtener rentas mediante un establecimiento permanente situado en territorio español, excepto si se es considerado emprendedor o profesional altamente cualificado.

Principales ventajas

Como ya se ha visto, la Ley Beckham permite mediante un régimen fiscal acercarse a la tributación de los no residentes, lo que implica en esencia una serie de ventajas clave que repasaremos a continuación.

  1. Solo se tributa por las rentas obtenidas en España, con una excepción, las rentas de trabajo. Con el régimen normal, se tributaría por todas las rentas mundiales.
  2. La base imponible general tributa a un tipo casi fijo del 24% hasta un máximo de 600.000 euros. Lo que exceda de dicho importe tributa al 47%.

Si no se aplicase la Ley Beckham, se tributaría a un tipo impositivo progresivo, llegando hasta casi el 50%.

  1. En el caso del Impuesto sobre el Patrimonio, solo se tributa por los bienes situados en España.
  2. No se debe presentar el modelo 720 de Declaración de bienes en el extranjero.

 Principales desventajas

Sin embargo, como ocurre con todos los regímenes fiscales, no todo son ventajas con la Ley Beckham, a continuación, revisaremos sus principales desventajas:

  1. La mayoría de los convenios de doble imposición no son de aplicación a los contribuyentes que se acojan a este régimen impositivo.
  2. La persona no podrá hacer uso de los incentivos fiscales disponibles para los demás contribuyentes bajo el régimen normal, como la posibilidad de deducir los gastos de la Seguridad Social.
  3. La persona que elija este régimen no podrá beneficiarse de la exención de indemnización por despido ni tendrá derecho a la deducción por mínimo de descendientes o familiares.

Conclusiones

En conclusión, el Régimen Fiscal Especial para Impatriados que se plantea en la Ley Beckham plantea una tesitura que solo puede resolverse en la casuística de cada sujeto. Es decir, se debe observar y estudiar cada caso para determinar tanto si se cumplen los requisitos como si sería beneficioso la aplicación de este régimen y no del régimen regular.

En este sentido, si está pensando en establecerse en España y piensa que cuenta con los requisitos para aplicar a este régimen, estamos a su disposición para cualquier cuestión.

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