Si estás pensando en invertir, trabajar o simplemente disfrutar de una segunda residencia en España, debes conocer bien tus obligaciones fiscales como no residente.
No se trata solo de pagar impuestos, sino de entender cómo funciona el sistema para evitar problemas futuros y, de paso, optimizar tu situación fiscal.
En esta guía te explicamos todo lo que necesitas saber: desde qué implica ser considerado no residente a ojos de Hacienda, hasta cómo y cuándo presentar el Modelo 210, pasando por los impuestos que te afectan como el IRNR, el Impuesto sobre el Patrimonio o el famoso IBI.
Os mostraremos casos prácticos, los errores más comunes y consejos para aprovechar posibles ventajas fiscales a través de los convenios de doble imposición. Si quieres tenerlo todo bajo control y evitar sorpresas desagradables, sigue leyendo.
Situación fiscal antes de establecer tus obligaciones: ¿qué implica ser no residente?
La residencia fiscal en España se determina según criterios establecidos en la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Una persona puede considerarse residente fiscal en España si cumple con alguno de los siguientes requisitos:
- Residir en el país más de 183 días durante el año natural. Se consideran las ausencias esporádicas, salvo que se demuestre la residencia fiscal en otro país.
- Que el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos se encuentre en España, directa o indirectamente.
- Si su cónyuge no está separado legalmente y los hijos menores de edad que dependan de él residen habitualmente en España.
Diferencias entre residencia legal y fiscal
La residencia legal y la residencia fiscal son conceptos distintos:
- Residencia legal: es el permiso de residencia otorgado por las autoridades de extranjería, que permite a una persona vivir en España.
- Residencia fiscal: determina la obligación de tributar en España por la renta mundial. Una persona puede tener residencia legal sin ser residente fiscal, y viceversa.
Ejemplo: un extranjero con permiso de residencia que pasa menos de 183 días al año en España y cuyos intereses económicos principales están en otro país, sería residente legal pero no fiscal en España.
Algunos perfiles comunes no residentes son:
- Inversores: personas que poseen propiedades en España para alquiler o inversión, pero residen y trabajan en otro país.
- Expatriados: profesionales que trabajan temporalmente en España por períodos cortos y mantienen su residencia habitual en otro país.
- Propietarios de inmuebles: individuos que poseen una segunda residencia en España para uso vacacional y no superan los 183 días de estancia anual.
Estos perfiles deben cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes a no residentes, como la presentación del Modelo 210 para declarar rentas obtenidas en España.
¿A qué impuestos estás sujeto como no residente?
Las personas no residentes en España, están sujetas a diferentes tipos e impuestos como el IRNR, IBI, impuestos sobre el patrimonio, la plusvalía municipal y rentas sujetas a tributación como alquileres, ganacias patrimoniales, intereses y dividendos.
Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR): definición, cuándo aplica y cómo se calcula
El Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR) es un tributo que grava los ingresos obtenidos en España por personas físicas y jurídicas que no tienen su residencia fiscal en el país.
Este impuesto se aplica a diferentes rentas, como:
- Rendimientos del trabajo: salarios y honorarios por servicios prestados en España.
- Rendimientos de bienes inmuebles: ingresos por alquileres de propiedades situadas en territorio español.
- Rendimientos de actividades económicas: beneficios derivados de actividades empresariales o profesionales realizadas en España.
- Ganancias patrimoniales: beneficios obtenidos por la venta de bienes o derechos situados en España.
- Dividendos, intereses y cánones: rendimientos de inversiones en entidades españolas.
Tributos adicionales: impuesto de patrimonio, plusvalía municipal, IBI y otros
Además del IRNR, los no residentes pueden estar sujetos a otros impuestos en España:
- Impuesto sobre el patrimonio: grava el patrimonio neto de las personas físicas no residentes por los bienes y derechos de contenido económico situados en España. Existen mínimos exentos que dependen de cada comunidad autónoma, por lo cual la obligación de declarar depende del valor del patrimonio.
- Impuesto sobre bienes inmuebles (IBI): es un tributo municipal que grava la propiedad de bienes inmuebles. Los propietarios, sean residentes o no, están obligados a su pago anual.
- Plusvalía municipal: el impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana se aplica al vender o transmitir un inmueble urbano y grava el incremento de valor del terreno desde su adquisición. Se paga por el transmitente.
Rentas sujetas a tributación: alquileres, ganancias patrimoniales, intereses, dividendos
Los no residentes deben tributar en España por las siguientes rentas obtenidas en el país:
- Alquileres: los ingresos por el arrendamiento de inmuebles situados en España están sujetos al IRNR. El tipo impositivo general es del 24%, aunque puede reducirse al 19% para residentes en la Unión Europea, Islandia y Noruega.
- Ganancias patrimoniales: las ganancias derivadas de la venta de bienes inmuebles, acciones u otros activos situados en España tributan al 19%.
- Intereses y dividendos: los rendimientos del capital mobiliario, como intereses de cuentas bancarias o dividendos de empresas españolas, están sujetos a una retención del 19%.
Cómo cumplir correctamente: obligaciones, modelos y procedimientos
Como no residente en España, debes cumplir con varias obligaciones fiscales relacionadas con los ingresos y bienes situados en el país.
Es imprescindible identificar si debes tributar por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR), el Impuesto sobre el Patrimonio y/o abonar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).
Si también realizas actividades económicas, tienes que cumplir también con las obligaciones de IVA o retenciones aplicables, según corresponda.
Presentación del Modelo 210
El Modelo 210 es la declaración que deben presentar los no residentes para liquidar el IRNR por los ingresos generados en España.
Ya sea en rentas por alquileres de inmuebles, las ganancias patrimoniales y las rentas imputadas por inmuebles urbanos no alquilados.
Cuándo es obligatorio nombrar un representante fiscal en España
Los no residentes están obligados a nombrar un representante fiscal en España en los siguientes casos:
Cuando operen en España mediante un establecimiento permanente o si obtienen rentas en España sin mediación de establecimiento permanente y residen en un país sin convenio de asistencia mutua en materia de intercambio de información tributaria con España.
El representante fiscal actúa como interlocutor ante la Administración Tributaria y es responsable del cumplimiento de las obligaciones fiscales del no residente.
Errores frecuentes en la declaración del IRNR y cómo evitarlos
Muchos no residentes cometen errores que pueden derivar en sanciones o recargos.
Los más comunes son:
- No declarar rentas por alquileres o ventas de inmuebles.
- Aplicar incorrectamente las deducciones permitidas (por ejemplo, no cumplir los requisitos para deducir gastos en alquileres).
- Utilizar tipos impositivos erróneos, especialmente si se aplica un convenio de doble imposición.
- No presentar el Modelo 210 en el plazo correcto.
- Confundir la obligación de presentar el IRNR con el IRPF, que solo corresponde a residentes fiscales.
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Ventajas disponibles: optimiza tu fiscalidad como no residente
Posibles exenciones y deducciones disponibles mediante convenios
Los no residentes en España pueden beneficiarse de exenciones y deducciones fiscales establecidas en los convenios de doble imposición que España ha firmado con numerosos países.
Estos convenios buscan evitar la doble tributación y pueden ofrecer reducciones en los tipos impositivos aplicables a ciertas rentas, como dividendos, intereses y cánones.
Revisa siempre el convenio específico entre España y tu país de residencia para identificar las ventajas fiscales aplicables.
Cómo aplicar tratados bilaterales de forma efectiva con prueba documental
Para beneficiarte de las disposiciones de un tratado bilateral, debes presentar la documentación que acredite tu residencia fiscal en el otro país.
Para esto necesitas un certificado de residencia fiscal emitido por las autoridades fiscales de tu país de origen, debiendo ser válido y estar en vigor en el momento de la aplicación de los beneficios del convenio.
Es recomendable mantener registros detallados de todas las transacciones y comunicaciones relacionadas para facilitar cualquier verificación por parte de las autoridades fiscales españolas.
Gastos deducibles según el tipo de ingreso y el país de residencia
La posibilidad de deducir ciertos gastos depende del tipo de ingreso obtenido y de las disposiciones específicas del convenio de doble imposición aplicable.
Las reglas varían según el convenio y la naturaleza del ingreso, por ello es muy recomendable contar con un asesor fiscal especializado para determinar qué gastos son deducibles en tu situación particular.
Casos en los que tributas como residente de otro país pese a tener rentas en España
Existen situaciones en las que, aunque obtengas rentas en España, puedes tributar como residente fiscal en otro país debido a las disposiciones de un convenio de doble imposición.
Estos convenios suelen incluir reglas de desempate que determinan la residencia fiscal en casos de doble residencia.
Factores como el lugar de residencia permanente, el centro de intereses vitales y la nacionalidad pueden influir en esta determinación.
Si tienes una empresa o propiedades: implicaciones adicionales
Las empresas extranjeras y los no residentes que poseen propiedades en España deben cumplir con una serie de obligaciones fiscales específicas.
Obligaciones fiscales para empresas extranjeras con operaciones en España
Las empresas no residentes que operan en España también están sujetas al Impuesto sobre la Renta de No Residentes comentado al comienzo del artículo.
Este impuesto grava los ingresos obtenidos en territorio español y se aplica a las rentas derivadas de actividades económicas, rendimientos de bienes inmuebles y ganancias patrimoniales.
Estas empresas deben tener un Número de Identificación Fiscal (NIF) para cumplir con sus obligaciones tributarias.
Diferencias fiscales entre establecimiento permanente y no permanente
La fiscalidad de una empresa extranjera en España varía según se considere que tiene un establecimiento permanente o no:
- Establecimiento permanente: se considera que una empresa tiene un establecimiento permanente en España si dispone de instalaciones o lugares fijos de negocio en el país, como oficinas o sucursales. En este caso, la empresa está sujeta al Impuesto sobre Sociedades español por los beneficios atribuibles a dicho establecimiento.
- Sin establecimiento permanente: si la empresa no cuenta con un establecimiento permanente, solo tributará por los ingresos obtenidos en España mediante el IRNR, aplicando los tipos impositivos correspondientes a cada tipo de renta.
Requisitos en el IVA y la gestión contable de operaciones locales
Las empresas extranjeras que realizan operaciones sujetas al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en España deben registrarse a efectos de este impuesto y cumplir con las obligaciones de presentación de declaraciones periódicas.
Gestión fiscal en la contratación de empleados desde el extranjero
Al contratar empleados para trabajar en España, las empresas extranjeras deben cumplir con las obligaciones fiscales y laborales correspondientes, como la retención y el ingreso a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en las nóminas de los empleados, así como las cotizaciones a la Seguridad Social.
Debido a la complejidad, es mejor contar con especialistas que aceleren los trámites y te ayuden en el proceso.
Consecuencias del incumplimiento: sanciones y cómo evitarlas
No cumplir con estas obligaciones legales, puede acarrear multas y sanciones, agregando más gestiones y alargano el proceso.
Veamos algunas de ellas.
Multas por presentación fuera de plazo o incorrecta del modelo 210
La presentación tardía o incorrecta del modelo 210 puede acarrear diversas sanciones económicas.
Si la declaración resulta a devolver, la Agencia Tributaria impone una multa fija que suele ser de 200 hasta 500 euros.
En caso de que la declaración resulte a ingresar, se aplican recargos e intereses de demora que varían según el tiempo transcurrido desde la fecha límite de presentación.
Intereses de demora y recargos
Los recargos por presentación extemporánea sin requerimiento previo son del 1% más 1% adicional por cada mes completo transcurrido hasta el cumplimiento de la obligación. Si ha pasado más de un año, el recargo será del 15% más intereses de demora.
Si es la Agencia Tributaria quien detecta el incumplimiento y requiere el pago, además de los intereses de demora, se aplicarán sanciones que pueden oscilar entre el 50% y el 150% del importe adeudado, dependiendo de la gravedad de la infracción, más interés de demora.
Cómo subsanar errores si ya presentaste mal una declaración
Si detectas errores en una declaración ya presentada, es fundamental corregirlos lo antes posible para minimizar posibles sanciones.
Puedes presentar una declaración complementaria o rectificativa, según corresponda, para subsanar los errores. Hacerlo de forma proactiva, puede reducir las penalizaciones aplicables, siendo aplicable solo recargos, y no una sanción.
Importancia de la asesoría fiscal para evitar sanciones innecesarias
Contar con el apoyo de un asesor fiscal especializado en la tributación de no residentes es esencial para cumplir correctamente con las obligaciones fiscales en España.
Un profesional puede guiarte en la correcta presentación del modelo 210, asegurarse de que se cumplen los plazos establecidos y ayudarte a aprovechar posibles beneficios fiscales, evitando así sanciones innecesarias.
Mantente al día y protege tu situación fiscal en España
Gestionar correctamente tus obligaciones fiscales como no residente en España te permitirá evitar sanciones y complicaciones legales.
La clave está en conocer bien los impuestos que te afectan, respetar los plazos de presentación de los modelos correspondientes y aprovechar los beneficios que ofrecen los convenios de doble imposición y las deducciones disponibles.
Contar con el asesoramiento de un experto en fiscalidad internacional es una inversión que puede marcar la diferencia entre un cumplimiento eficiente y problemas futuros.
Recuerda que mantenerte informado y actuar con previsión te permitirá disfrutar de tus inversiones o actividades en España con total tranquilidad y seguridad jurídica.
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