Los drones (conocido por sus siglas en inglés: UAS, unmanned aerial system) se han convertido en herramientas fundamentales en sectores como la agricultura de precisión, la industria audiovisual, la inspección técnica, la vigilancia, la cartografía y el desarrollo tecnológico.

Su versatilidad y eficiencia han abierto un abanico de oportunidades tanto para empresas como para operadores individuales. Sin embargo, su utilización no está exenta de obligaciones legales.

En España, cualquier persona o entidad que desee operar un dron, ya sea con fines recreativos, comerciales o de testing, debe cumplir una serie de requisitos establecidos por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).

Estos requisitos varían en función del tipo de dron, el uso previsto, el entorno de vuelo y el nivel de riesgo de la operación.

Desde la formación del piloto, pasando por el registro del operador, hasta la autorización para determinadas actividades profesionales, la normativa vigente es clara, no se puede volar un dron sin cumplir con las obligaciones legales correspondientes.

Incluso los drones de pequeño tamaño o uso experimental pueden requerir certificaciones, seguros y autorizaciones específicas.

¿Qué ley regula el uso de drones en España?

El uso de drones en el espacio aéreo español se regula principalmente a través de dos normas:

  • Reglamento (UE) 2019/947: sobre las reglas comunes de uso del espacio aéreo por UAS en Europa.
  • Real Decreto 517/2024: que adapta y complementa esta normativa al marco español, incluyendo requisitos de formación, seguro obligatorio, matrícula, zonas de vuelo y autorización.

La AESA es la entidad responsable de emitir licencias, autorizar operaciones específicas y supervisar el cumplimiento normativo.

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Tipos de licencias según el tipo de operación

La normativa distingue tres categorías operativas, según el nivel de riesgo de la operación. Cada una exige diferentes requisitos legales, formativos y administrativos.

1. Categoría “Abierta”: uso básico y de bajo riesgo

La Categoría Abierta es la clasificación más básica para operar drones y está pensada para actividades de bajo riesgo, como vuelos recreativos, fotografía aérea sencilla o tareas comerciales en entornos controlados.

No requiere autorización previa de AESA, pero sí exige formación específica y registro en determinados casos.

Esta categoría se divide en tres subcategorías, según la cercanía del dron a personas no participantes y su peso:

  • Subcategoría A1: vuelo sobre personas (pero no sobre multitudes)
    • Para drones de menos de 250 g (clase C0) o de hasta 900 g (clase C1).
    • Se permite volar cerca de personas, pero evitando el sobrevuelo directo cuando sea posible.
    • Requiere formación básica online (A1/A3) si el dron es C1.
  • Subcategoría A2: vuelo cerca de personas
    • Para drones de hasta 4 kg (clase C2).
    • Permite volar a una distancia mínima de 30 metros de personas (o 5 m en modo de baja velocidad).
    • Requiere:
      • Formación A1/A3
      • Examen teórico adicional (A2)
      • Declaración de autoformación práctica
  • Subcategoría A3: vuelo alejado de personas
    • Para drones de hasta 25 kg (clases C2, C3 o C4).
    • El vuelo debe realizarse en zonas abiertas, lejos de personas y edificios (mínimo 150 m).
    • Requiere formación online (A1/A3).

En todas las subcategorías, el piloto debe respetar una altura máxima de 120 m y consultar siempre el mapa ENAIRE Drones para verificar zonas restringidas.

2. Categoría “Específica”: operaciones más complejas o en zonas sensibles

La Categoría Específica está pensada para operaciones con drones que implican mayor riesgo que las de la categoría abierta, como vuelos en zonas urbanas, más allá del alcance visual del piloto (BVLOS) o cerca de personas o infraestructuras sensibles.

En esta categoría:

  • No se puede volar sin autorización previa de AESA, salvo que la operación se ajuste a un escenario estándar (STS).
  • El operador debe realizar un análisis de riesgos (SORA) o acogerse a un STS ya aprobado.
  • Se exige formación avanzada del piloto, además de manuales de operación y otros documentos técnicos.

Es la categoría más común en usos profesionales: inspecciones industriales, seguridad, pruebas técnicas o vuelos con software personalizado.

3. Categoría «Certificada”: riesgo elevado

La Categoría Certificada se aplica a operaciones con alto nivel de riesgo, como:

  • Transporte de personas o mercancías peligrosas
  • Uso de drones de gran tamaño o altamente automatizados
  • Operaciones en zonas críticas o densamente pobladas

En este caso, tanto el dron como el operador y el piloto deben contar con certificación específica, similar a la aviación tripulada:

  • Certificado de aeronavegabilidad del dron
  • Licencia de piloto profesional
  • Autorización como organización de transporte aéreo (si aplica)

Es una categoría poco común y reservada a entornos altamente regulados, como pruebas aeroespaciales, logística avanzada o seguridad aérea especializada.

licencia drones espana

¿Qué pasa si opero sin licencia?

En materia sancionadora, el uso de drones se diferencia en función de si la actividad es recreativa o profesional. En ambos casos, las infracciones pueden clasificarse como leves, graves o muy graves, pero la cuantía económica varía considerablemente.

Para usuarios particulares sin conocimientos aeronáuticos, las multas oscilan entre los 60 y los 225.000 euros, según sea leve, grave o muy grave.

En el ámbito profesional, donde se presume formación aeronáutica, las sanciones son notablemente más elevadas:

  • Leves: pueden ir de 4.500 a 70.000 euros.
  • Graves: de 70.001 a 250.000 euros.
  • Muy graves: pueden superar los 4,5 millones de euros, especialmente si se vulneran normas de seguridad aérea con consecuencias significativas.

Ejemplos reales de sanciones por operar drones sin licencia en España

Aunque pueda parecer exagerado, las multas por volar drones sin cumplir con la normativa no son algo hipotético. Estos ejemplos recientes ilustran la gravedad y las consecuencias económicas que tiene saltarse las reglas establecidas:

Estos casos subrayan que ninguna operación con drones, por pequeña que sea, está libre de responsabilidades legales. Asegúrate siempre de cumplir con la normativa vigente y evita sorpresas desagradables.

¿Existe algún dron que se pueda volar sin licencia? 

En España es posible volar drones sin licencia, pero solo si cumplen ciertos requisitos muy concretos.

Según la normativa, los dispositivos de menos de 250 g que carecen de sensores avanzados como cámaras, o que solo incorporan elementos básicos, pueden operar en la subcategoría A1 sin necesidad de formación o certificación oficial.

Esto permite su uso recreativo en zonas autorizadas, siempre respetando límites como la altura máxima de 120 m, línea visual del piloto (VLOS), y la prohibición expresa de sobrevolar multitudes.

Volar sin licencia no significa “sin reglas”. Es posible operar drones ligeros en categoría A1 de forma recreativa sin formación oficial, pero siempre bajo un marco normativo. Para cualquier actividad que supere esos límites será necesario registrarse y obtener la certificación o autorización adecuada.En Supra Legit podemos asesorarte en todo el proceso legal para operar con drones de forma segura, conforme a la normativa vigente y sin riesgos legales.

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